martes, 14 de diciembre de 2010

La proverbial hospitalidad

Hace unos días viendo un reportaje sobre Turquía en el programa “Viajar”  el conductor del mismo pedía desplazarse a un lugar próximo y un vecino sobre su propia  moto le trasladó donde deseaba. No se si será un montaje de realización, si será cierto o no, lo que me impacto fue el comentario CON LA PROVEBIAL HOSPITALIDAD TURCA…que no la dudo. ¿Les suena esto a algo?  ¿No éramos los españoles muy hospitalarios y amables con los visitantes? -  ¿De verdad aun lo somos? - ¿No somos más profesionales y menos hospitalarios?. De ser así un síntoma más de la obsolescencia del destino España.

Mi experiencia de más de 35 años de profesión, de los cuales más de 20 como director de hotel, me dice que entre lo más valorado por el visitante es la amabilidad, la empatía y la sonrisa, algo que realmente no necesita de los esfuerzos económicos de las empresas. Se que no es fácil, las prisas, la presión en el trabajo, la falta de concienciación, el stress, los problemas personales, nos hacen olvidar con quien trabajamos.

Recuerdo mis primeros años de  profesional, como establecía una  relación de amistad con los turistas que perduraba,  hasta tal punto los fidelizábamos que volvían a visitar el destino por nosotros. Cuantas veces he estado invitado por ellos en sus propios domicilios. Me  involucraba en sus vacaciones, les transmitía  alegría y en mi tiempo libre les acompañaba en sus salidas a restaurantes, bares, discotecas, etc. Todos los días una invitación. Fue lo me enamoraba de la profesión. ¿Donde está ahora todo eso?

Pueden entender que yo solo no puedo atribuirme el éxito de la fidelización, es que estaba impregnado la mayoría del tejido social, los bares, restaurante, los taxis, los chiringuitos, etc y lo que es más importante los autóctonos del destino. 

Pero el problema no es nada nuevo.

Ya en los años 70 en un destino turístico de renombre, trabajando como recepcionista en cierta empresa de capital europeo, me llamó la atención que el personal de acogida trataba al visitante, ni siquiera  como alguien de donde obtiene su trabajo y su sueldo sino como alguien molesto que viene a aburrir con sus preguntas y sus tonterías. A mi educado profesionalmente en la Escuela de Hostelería de Madrid  de los años 60, donde nos inculcaron aquel -“el cliente siempre tiene la razón.” - Me impacto.

El pasado mes de octubre, la BBC informó de un episodio que sacudió las consciencias de los habitantes de las Maldivas, uno de los destinos turísticos más paradisíacos del mundo. Todo ocurrió cuando una pareja de clientes del Reino Unido celebraba una ceremonia de renovación de votos nupciales junto a la playa, en un complejo hotelero de lujo.

Pero en lugar de palabras de bendición, los oficiantes de la "ceremonia" se mofaron de la pareja, aprovechando que los occidentales no entendían la lengua local dhivehi, diciendo en voz alta que eran infieles, adictos al alcohol, portadores de enfermedades sexuales y padres de hijos bastardos. Según publica.  HOSTELTUR

Parece que ha removido conciencias y aun que se presente como un hecho aislado el problema es más cotidiano de lo que pensamos. Se ha olvidado que como mínimo el turismo representa más del 10 % del PIB y en algunos destinos mucho más.

Preocupados por este problema especialistas comienzan a estudiar esta actitud de la sociedad frente al viajero.  No hay mas que buscar en Google  The Impact of Tourism Development on Residents’ Perception of Community Life “ y comprobaran las numerosas entradas con estudios de universidades de todos los países

Un saludo

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