miércoles, 22 de diciembre de 2010

¿Es la marca ESPAÑA representativa del sector turístico?

Cuando el Gobierno de España realiza campañas en las competiciones internacionales, F1, tenis, etc, siempre me hago las mismas preguntas.

¿Comunica una imagen única del sector?
¿Se encuentran, por ejemplo, los mismos valores de la marca España en Andalucía, Cataluña y Valencia, aun estando en el mismo litoral?
¿Conservan su patrimonio natural y cultural de la misma forma?
¿Sus desarrollos turísticos se planifican y gestionan uniformemente? 
¿La calidad ambiental se mantiene y mejora al unísono?
¿Procuran mantener un elevado nivel de satisfacción de los visitantes?
¿Los beneficios del turismo se reparten ampliamente entre sus respectivas sociedades?

Javier Benegas en LA TERCERA OLA, dice lo siguiente:

“En todas y cada una de las propuestas de estrategia desarrolladas para la marca España se ha primado el papel de las instituciones públicas del Estado (tanto del gobierno central como de las diferentes autonomías). En un Estado normalizado esto sería lo lógico. Pero en el caso español se convierte en un problema, puesto que en nuestras instituciones priman valores políticos, ideológicos, e intereses territoriales contrapuestos a los valores necesarios con los que construir una marca “España” atractiva y “aspiracional”. En resumen, debido a razones políticas se hace imposible definir los “valores país”, es decir: los valores de marca, y, por tanto, no hay opción a transmitirlos de manera uniforme y eficaz.”
No puedo estar más de acuerdo. Quizás las antiguas generaciones de turistas tengan aun en mente aquello de “España es diferente”, en la actualidad como dice Amando de Miguel haciendo referencia a los hispanistas y que podemos sustituir por “turistas” “España no es que sea diferente; es que es inverosímil.

Continúa Benegas

“La falta de unidad en la acción institucional no sólo ha impedido la beneficiosa construcción, mantenimiento y proyección de la marca España sino que esta consiguiendo una perdida de identificación del producto  

Y esta pérdida de identidad de la marca producto -país ha dado paso a la desordenada aparición de segundas marcas: las comunidades autónomas, especialmente activas a la hora de realizar compulsivamente sus propias estrategias de marca, casi siempre de manera errática e intermitente.”

Ante este puzzle de “Marcas” las grandes compañías hoteleras han tomado el testigo y han promocionado su propia marca. El consumidor entiende perfectamente que representa un Meliá, un Barceló, un AC, un  NH, etc.

En un momento de fragmentación, en relación con el sector turístico se demanda una unidad en la visión y en las líneas de acción. Cosa que por el momento parece imposible.

Saludos y felices fiestas

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