martes, 9 de noviembre de 2010

Valentía política


Valentía política

Leo hoy en diario   Expansión,la siguiente noticia: “España queda fuera ¿para siempre? del podio de las potencias mundiales del turismo “

Analiza:

Tras dos años consecutivos en que llegaron menos turistas, España cerraría 2010 con un leve incremento en la cifra de llegadas. Según las estimaciones del WTTC, España recibirá este año 52,8 millones de turistas (frente a los 52,2 millones que vinieron en 2009, según los datos oficiales de la ya extinta Secretaría de Estado de Turismo). Pese a la prevista mejora del sector turístico español, el gigante chino nos sobrepasará ampliamente este año: China recibirá 54,7 millones de visitantes en 2010.

Ya por debajo de China,  EE.UU. y la todo poderosa Francia. Aun así las cifras no demuestran la verdadera caída. Se sigue hablando de llegadas y espero que no estén aquí incluidos los cruceros que arriban a las 10h y marcha a las 16h.
El verdadero drama esta en la ocupación. Vean que todo el litoral Andaluz y Levantino se encuentra vacío.
Toda esa maquinaria de ocio y relax esta parada y oxidándose. Alguien me puede decir que conoce destinos muy honrosos que en estas fechas presentan una ocupación mas que satisfactoria, de acuerdo, pero son la excepción. En zonas como Roquetas de Mar  los pocos hoteles que se mantienen abiertos lo hacen con el programa de mayores del Estado.

¿Que ha cambiado?  Me pregunto.  Creo que todos lo sabemos, estamos obsoletos

Ya en el 2007  se aprobó por unanimidad en el seno del Consejo Español de Turismo, así como en la Conferencia Sectorial de Turismo  El Plan del Turismo Español Horizonte 2020. 

Como puntos débiles en apartados DESTINOS reconoce:

  • Elevada concentración y estacionalidad de la actividad, que implica la saturación de los destinos en temporada alta y que afecta a los niveles de satisfacción de la demanda.
  • Desconocimiento sobre el patrimonio cultural español en el extranjero.
  • Falta de identidad en las propuestas turísticas de los destinos tradicionales.
  • Inadecuación de los sistemas de planificación territorial de los destinos turísticos.
  • Excesiva concentración geográfica de la oferta de alojamiento turístico y residencial.
  • Deterioro medioambiental de un elevado número de destinos, como consecuencia de un excesivo y desordenado urbanismo

¿De todos estos puntos débiles que se reconocen en el Plan cuantos son competencia del Legislativo y cuantos de la iniciativa privada?

¿Hay valentía política para corregir este desastre?


Creo que no.  

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